Enric Botí (Barcelona, 1969) ejerce como secretario general del COCARMI (Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad) desde 2007, año desde el que es presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Cataluña.

 

En esta entrevista concedida a ‘cermi.es semanal’, desmenuza cómo es la situación de las personas con discapacidad en esta comunidad autónoma. Reconoce las brumas del presente, pero confía en que el futuro arroje luz sin que se desmantelen las políticas sociales construidas entre todos.

 

¿Cuál es la situación actual, en términos generales, de las personas con discapacidad y de su movimiento asociativo en Cataluña?

 

La situación actual es como la de muchas comunidades autónomas, en la que los recortes están empezando a afectar al sector social. Los gobiernos dicen que no deberíamos atravesar la línea roja y tenemos la sensación de que un pie ya está atravesando la línea roja. Ésta es la sensación del sector de la discapacidad en Cataluña.

 

¿El COCARMI tiene alguna postura clara sobre la realización o no de una consulta para determinar la soberanía de Cataluña?

 

El COCARMI no se ha posicionado porque no le hemos preguntado a los miles de socios que integran las federaciones. Si se convocase esa consulta, serían las personas con discapacidad las que, como el resto de los ciudadanos, votarían en un proceso final que, entendemos, ha de ser democrático.

 

El pasado mes de marzo, el COCARMI lanzó una voz de alarma en una reunión con la consejera de Bienestar Social y Familia. Desde ese tiempo, ¿han visto recogida su llamada de auxilio por parte de la Administración?

 

En primer lugar, lo que hemos hecho es ofrecer a la Administración una hoja de ruta, con un documento de 10 temas sobre los cuales estamos preocupados y manifestamos la necesidad de sentarnos. A raíz de ese documento, hemos solicitado la creación de un órgano, que se llama Codiscat (Consejo de la Discapacidad en Cataluña), que todavía el Gobierno catalán no ha creado. Estamos a la espera de que cumpla su compromiso de que antes de finalizar este mes de junio se constituya este órgano de interlocución entre el sector de la discapacidad y el Gobierno autonómico. A la consellera le manifestamos la preocupación en cuatro temas que ahora están impactando directamente sobre la discapacidad en Cataluña: el incumplimiento de la Ley de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, la casi destrucción de las políticas activas de ocupación, la falta de mecanismos de ayuda para los Centros Especiales de Empleo y una firme política en contra del juego ilegal en Cataluña. Son los cuatro temas transversales que ahora impregnan la discapacidad en Cataluña.

 

Estamos a la espera de que la Generalitat cree el Codiscat

¿Estas cuatro grandes áreas figuran en la hoja de ruta?

 

En la hoja de ruta pivotan temas como autonomía personal, educación, accesibilidad, comunicación... Se detiene más en temas concretos. Ahora la gran preocupación, serían estos cuatro bloques: dependencia, falta de políticas activas, desaparición de los recursos y ayudas para los CEE y la erradicación del juego ilegal porque no beneficia a la discapacidad, en absoluto.

 

¿Es la Generalitat catalana receptiva a crear el Codiscat?

 

Estamos a la espera. Es un compromiso que ellos recogieron en el programa electoral cuando llegaron al Gobierno. 

 

¿En qué medida están afectando en los últimos años los sucesivos recortes derivados de la crisis económica en Cataluña?

 

Los recortes están afectando enormemente en Cataluña; a la sociedad, en general, y a las personas con discapacidad, en particular. Los recortes vienen del Estado central en determinadas materias y de la Administración autonómica en otras materias. Tenemos esa doble sensación de recortes. La situación es complicada. En estos momentos, las entidades se encuentran haciendo un sobreesfuerzo, con problemas de liquidez, de tesorería, de subvenciones que se pagan tarde... Está siendo un momento complicado de gestión para el sector. 

 

¿Cuál es la tabla de salvación para las principales demandas urgentes del movimiento asociativo?

 

Todo esto es consecuencia directa del impacto de la crisis económica. Está afectando a muchas cuestiones en nuestro país y el sector de las personas con discapacidad estamos dando ejemplo. Luchamos con nuestros valores, tratando de sobrevivir y demostrando a la sociedad que somos capaces, pero sin su ayuda va a ser cada día mucho más complicado. Y cuidado con esa línea roja, aunque nosotros creemos que un pie la ha traspasado completamente.

 

¿Considera que el Ejecutivo catalán ha dejado a un lado las políticas sociales para dar más relevancia al proceso independentista o no tiene nada que ver una cosa con la otra?

 

El sector de las personas con discapacidad no lo vemos así. Creemos que los recortes en las políticas sociales es fruto de la situación de crisis global que se vive. No lo vemos como una cosa motivada por un proceso de soberanía.

 

 

Vida digna, plena e integrada en la sociedad de las personas con discapacidad. ¿Siente que este objetivo básico se va alejando paulatinamente con los recortes públicos por la crisis económica?

 

No es que se vaya alejando, sino que cada vez hay menos recursos destinados para algo que era muy nuestro. El Estado del Bienestar es algo que en este país hemos construido durante más de 30 años con el esfuerzo de miles y miles de personas. Lo que debemos hacer ahora es intentar que no se desmantele de repente. Nuestro objetivo ha de ser lanzar un grito de alerta para decir que la crisis no puede destruir esto que hemos construido entre todos. Deberíamos anticiparnos y, además, remodelarlo, es decir, ver de qué manera podemos funcionar haciendo lo mismo.

 

Sin embargo, según datos recientes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), Cataluña fue la comunidad autónoma donde más contratos a personas con discapacidad se cerraron en el primer trimestre de este año. ¿Qué le sugiere este dato?

 

Sin ser eufóricos, este dato responde a una comunidad que trata de hacer esfuerzos e intenta no dejar de lado a este sector. De todas maneras, aquí nos queda todavía camino por recorrer en materia de integración laboral y de ocupación. Nos alegramos de que el resultado sea ése, pero no debemos bajar la guardia. Hay que seguir trabajando. La ocupación de las personas con discapacidad es un tema eterno. Lo he dicho siempre: es como una mancha de aceite que está encima de una superficie porosa y debemos frotar constantemente para que vaya penetrando. No pararemos hasta que consigamos las mismas cuotas de empleabilidad que tienen las personas sin discapacidad.

 

¿Qué objetivos fundamentales se plantea el COCARMI para los próximos años?

 

COCARMI se plantea como objetivos claros que seamos capaces de atravesar esta crisis y evitar un desmantelamiento de las políticas sociales que hemos construido entre todos. Son un sueño y es importante tener sueños para ver hacia dónde caminamos.